En general no es un tratamiento muy doloroso aunque a algunos pacientes les causa algo de molestia la instrumentación subgingival. Es por ello por lo que en muchas ocasiones se anestesia localmente al paciente y así éste no sufre y se trabaja en mejores condiciones.

El tratamiento de la periodontitis se divide en dos partes. Por un lado, está el tratamiento activo de la enfermedad que tiene como objetivo eliminar las bacterias que están causando la patología. Este tratamiento dura entre 3 y 6 meses en función de si se hace o no tratamiento quirúrgico. Una vez detenido el avance de la enfermedad, se inicia la fase de mantenimiento que dura toda la vida y que consiste en limpiezas profesionales periódicas para evitar la recaída de la enfermedad. No debemos olvidar que la periodontitis es una enfermedad crónica que en ausencia de mantenimientos periódicos volverá a reiniciarse.

La periodoncia es la disciplina que estudia las causas, consecuencias y tratamiento de la infección de los tejidos que rodean el diente que son la encía y el hueso.  Por su parte, la endodoncia es la disciplina que estudia las causas, consecuencias y tratamiento de la infección del nervio del diente. Por lo tanto, en la periodoncia tratamos el exterior del diente y en la endodoncia el interior.

La mejor manera de evitar padecer enfermedad periodontal es combinar la higiene dental en casa con las limpiezas periódicas en el periodoncista, que es el especialista en encías. Estas limpiezas se harán con más o menos frecuencia en función de factores como la predisposición genética a la enfermedad, estado en el que acude el paciente a la primera consulta, si es o no fumador, si presenta diabetes o algún tipo de enfermedad cardiovascular y finalmente de su capacidad para mantener los dientes limpios en casa.

El tratamiento principal es la higiene profesional, que cuando va dirigida a tratar la periodontitis se llama instrumentación subgingival (antiguamente se llamaba curetaje o raspado). Esta limpieza profunda se suele hacer en varias sesiones, con o sin anestesia dependiendo del grado de afectación y del paciente. En casos avanzados está limpieza profunda debe hacerse separando quirúrgicamente la encía del diente con el fin de poder acceder bien a las bacterias situadas más abajo o en recovecos del diente.

Si el paciente no es fumador, el síntoma inicial es el sangrado de la encía. Sin embargo, en pacientes fumadores este sangrado tarda en producirse y como consecuencia acuden a la consulta cuando ya están sintiendo los signos avanzados de la enfermedad que son el cambio de posición de la encía, la presencia de espacios negros entre los dientes y la movilidad dental.

El tratamiento periodontal es importante porque es la manera de detener la pérdida progresiva de soporte dental que provoca la periodontitis. En ausencia de tratamiento, la consecuencia sería la pérdida del diente que se movería cada vez más hasta caer. Además, en determinados pacientes el tratamiento de la enfermedad periodontal implica también una mejora en la salud general.  Es importante tener en cuenta que se ha observado una relación entre la periodontitis y otras enfermedades como las enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis reumatoide, padecer un parto prematuro, o dar a luz niños de bajo peso.

La periodontitis es una enfermedad crónica de la encía y del hueso que soporta al diente. La causa principal es el acúmulo de bacterias en la superficie dental. Estas bacterias, bajo determinadas circunstancias, consiguen penetrar dentro del tejido de la encía y desde ahí provocar una reacción inflamatoria que inicia la destrucción del hueso.